Compañeros de profesión (sobre todo fotógrafos de publicidad y moda) me han preguntado alguna vez sino me aburro haciendo reportajes de boda cada temporada. Si bien es cierto que la dinámica suele ser parecida entre una y otra, he de afirmar que cada boda es un mundo, todas y cada una de ellas me aportan algo nuevo y diferente. Las emociones están a flor de piel: la familia, los amigos y, por supuesto, la pareja que se da el SÍ QUIERO, consiguen que la experiencia sea mágica y única en cada evento. Pero he de admitir que cuando surge la improvisación en una boda ésta adquiere en mi memoria un grado superior, algo así como un «me gusta» parecido al del FacebookJudith&David han conseguido que su boda esté en uno de mis top-ten. No sólo por su naturalidad a la hora de expresar tantísimo amor frente a mi cámara, sino también por su espontaneidad a la hora de hacer las cosas. Consiguieron sorprenderme cuando hicieron una parada  para ver la puesta de sol más espectacular desde lo más alto de la ciudad de Granada. No estábamos solos, un grupo de adolescentes comiendo pipas también compartió aquel inolvidable momento. Entre risas y cuchicheos las chicas admiraban la belleza de la novia en un lugar tan peculiar. Pero eso no fue lo único, judith&david también me sorprendieron cuando decidieron ir al McDonald para pedir unos refrescos antes de ir al banquete de su propia boda. ¿Cómo me voy a aburrir teniendo modelos tan divertidos y originales como judith&david?

Gracias judith&david por compartir conmigo vuestra naturalidad y espontaneidad.