Resulta muy poético decir que uno se dedica a «dormir personas». Lo que uno nunca se imagina es lo complicado que puede llegar a ser ese trabajo. No sólo hay que poseer un gran sentido de la responsabilidad, también hay que tener un gran conocimiento en campos de farmacología, anatomía… y una enorme capacidad de proceder con calma bajo presión. Ser anestesista no es sólo «dormir pacientes» como muchos piensan. Sara&Diego tienen uno de los trabajos más necesarios del mundo. Son capaces de transportarnos a otro lugar para no sentir dolor de una manera eficaz y segura, cuando hace no muchos años el único consuelo al dolor durante una operación era morder fuertemente un trozo de cuero. No conozco a Sara&Diego dentro de su entorno laboral pero os puedo asegurar que su sensibilidad respecto a los detalles pequeños es enorme. Fue una boda repleta de color, alegría y abrazos.  Estoy convencida de que todo ese cariño tan especial que le ponen a cualquier cosita que hacen, por pequeña que sea, les llevará a ser los mejores anestesistas del mundo.

Sara&Diego dijeron SÍ QUIERO en La Escollera.

Gracias Sara&Diego por ser como sois y mostrarlo al mundo, dentro y fuera de un hospital.